No voy a ponerme con definiciones sesudas de lo que es coaching. Notables coaches lo han definido y os remito a ellas, realizadas con más autoridad que
la mía. Por cierto, la primera que leí y la que más me gusta es la de Leonardo Wolk: “el arte de soplar brasas”.
Una de las cosas más importantes que tenemos presentes en el coaching es que todos tenemos nuestra verdad y que no deja de ser un punto de vista tan válido como cualquier otro. En esa posición me he animado a hacer unos vídeos en los que cuento mi punto de vista y respondo a las preguntas más frecuentes que he recibido en estos meses de profesión, ya que he visto que la percepción por parte de bastantes personas que no están ligadas a RRHH o la alta dirección es algo confusa, cuando no negativa.
Mi objetivo no es convencerles, sino abrir puntos de vista. Si alguien tiene un juicio sobre algo, ya sabemos que no lo va a cambiar porque yo se lo diga. Pero, a lo mejor, empieza a contemplar que otras perspectivas son posibles.
He grabado más de veinte pequeños vídeos. Para digerirlos bien hemos pensado que lo mejor era ir publicándolos poco a poco, para que cada uno degustase sin empacho aquel o aquellos que le interesen. Así que en la página “qué es el coaching ejecutivo” encontraréis directamente los dos más recientes y enlaces a otros ya publicados. Estos vídeos también están en YouTube y allí podéis verlos.
Y como coach no quiero hacerme un juicio con las opiniones de unos pocos. En melioora hemos lanzado una iniciativa llamada #QuieroCoaching en la que pedimos que nos respondáis a unas simple preguntas. Gracias al servicio Opinator, podemos asignar un código único a cada persona que de anónimamente su opinión y a los votantes les ofrecemos un incentivo para agradecer su colaboración.
¿Qué opinión tienes del coaching?
¿La tienes por experiencia propia o es de oídas?
satírica escrita hacia 1717 por Charles Louis de Secondat, barón de
el tesoro y necesita dos, no tiene más que convencerles de que un escudo vale dos y le creen. Si tiene que sostener una guerra difícil y no tiene nada de dinero le basta meterles en la cabeza que un trozo de papel es dinero y quedan convencidos inmediatamente. Tan grandes son su fuerza y su poder sobre los espíritus, que incluso llega a hacerles creer que puede curarles de toda suerte de males con sólo tocarlos.
del pasado siglo. Como muchas otras disciplinas parte de bases anteriores y hoy quisiera compartir con vosotros un descubrimiento que me resonó a proto-coaching durante una conferencia dictada por el profesor de la asociación
“Por otra parte, este rey es un gran mago. Ejerce su imperio sobre el espíritu mismo de sus súbditos y les hace pensar como él quiere. Cuando sólo tiene un millón de escudos en el tesoro y necesita dos, no tiene más que convencerles de que un escudo vale dos y le creen. Si tiene que sostener una guerra difícil y no tiene nada de dinero le basta meterles en la cabeza que un trozo de papel es dinero y quedan convencidos inmediatamente. Tan grandes son su fuerza y su poder sobre los espíritus, que incluso llega a hacerles creer que puede curarles de toda suerte de males con sólo tocarlos.
ambos: uno profesional dedicado al desarrollo personal y éste ligado durante años a mi interés en contribuir con mi granito de arena a la blogosfera, independientemente de cuál sea mi situación profesional.
conferencia-taller con ese sugestivo tema dentro del programa de actividades de la
reflexionar sobre ello basándome en mi experiencia personal.
comunicar algo a otra persona, pero te pones a hacer alguna tarea de la larga lista de temas pendientes y te dices que ya se lo dirás en otro momento. Momento que nunca llega. Luego en una reunión rutinaria tú das por hecho que esa persona lo sabía y actúas en consecuencia, con su correspondiente enojo.
Y por parte de la persona que va a reclamar si quiere que su discurso sea productivo ha de tener un punto de vista abierto (ya que puede haber otros puntos de vista que no ha considerado) y plantear su reclamación con firmeza pero desde el planteamiento de lo que a ella le molesta o incomoda de la situación.