La autoconfianza es buena en dosis correctas

Escribía hace un par de entradas sobre la necesidad de la confianza para el éxito. La primera confianza es en uno mismo y eso es bueno y necesario si no pasamos el límite de creernos invulnerables.

Hay un refrán que dice “de héroes están los cementerios llenos” y cuando un dicho pasa al refranero algo de verdad tendrá. La cuestión es dónde empieza el heroísmo suicida y dónde acaba la autoconfianza, sobre todo en épocas de guerra, perdón, de crisis.

Hay responsables que optan por meter una presión insoportable a su equipo, porqueéxito siempre lo han hecho así y funcionaba. ¿Funciona?. ¿Son válidas las reglas de juego de hace unos años?. Cuando menos deberían de plantearse si la revolución que ha supuesto la globalización y el acceso a la información no ha hecho cambiar los valores y las motivaciones de los profesionales.

En cada vez más casos, la autoconfianza excesiva está dando malos resultados. El caso es que la confianza no debería de estar reñida con la humildad y aceptar que todos podemos dar y recibir ayuda no sólo no nos perjudica sino que nos favorece tanto en resultados como en satisfacción. Es una de las vías para disfrutar en el trabajo, o en la búsqueda de trabajo.

Mi experiencia me muestra que ha sido mucho más fácil disfrutar cuando tienes un equipo que funciona como tal y se gana el respeto de la dirección. Y cuando he empezado a dar los primeros pasos para la creación de lo que ahora es melioora, tuve la oportunidad de recibir coaching y me quedó claro que, aunque podría haberla creado solo, el corazón me pedía compartir la aventura.

Y me he juntado con una persona con la que tengo muchos valores en común y suficientes puntos de vista diferentes para que la relación sea provechosa y satisfactoria. Hay temas en los que mi opinión la he cambiado gracias a escuchar sus razones y puntos de vista. Me dejo ayudar y me siento feliz de, a su vez, poder hacer lo mismo en otras cosas con ella.

Y esto me trae a la memoria una conversación reciente con una persona de gran liderazgo en la que salió el tema de cómo en muchas empresas se recibían maravillosos cursos de habilidades y motivación y cuando volvías a la mesa de trabajo, el acumulado de temas pendientes de los dos o tres días que has estado aislado del día a día te amenazaban con sepultar el entusiasmo y las ideas recibidas desde el primer día.

Es cierto que muchas veces tu capacidad de puesta en marcha de todas ellas no es viable ya que no tienes autonomía para ello, pero también lo es que con voluntad y un poco de esfuerzo puedes poner en práctica un cierto porcentaje, y eso puede ser mucho.

Los líderes lo son porque tienen el talento y la actitud adecuada, pero sufren como todos ese acoso del sistema en el que se integran que tiende a consolidar el status quo. Tienen capacidad de conseguir muchas cosas pero aquí es una de las áreas donde la ayuda de un coach les puede aumentar sus fortalezas y hacerles sentir el apoyo necesario para poner en práctica esos cambios que hacen falta y que tanto cuesta implementar.

Os recomiendo también otra entrada que he hecho en el blog de melioora sobre “por qué los triunfadores necesitan un coach”.

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