Cuando un gran equipo finaliza con éxito un gran proyecto es habitual que haya un período de desmotivación, ya que se pasa de la euforia del triunfo y del orgullo de haber conseguido un reto difícil a un período de espera hasta que se lanza otro reto a la medida de esos profesionales excelentes.
Si es un equipo estable, tras el gran éxito viene un período de transición habitualmente que se intenta rellenar con tareas elefante de esas que siempre están aparcadas o con unos cursos que nunca vienen mal.
Si es un equipo conformado especialmente para la ocasión es casi imposible que todo el equipo se enrole en otro gran proyecto y empiece la desmembración o que tarde en hacerlo.
En ocasiones se celebra y se reconoce con algún premio y eso está bien, aunque normalmente no cubre el vacío de haber luchado tanto para llegar a la cumbre y ver que toca bajar. Es normal que esas personas no estén en su mejor momento anímico. Muchas veces el viaje es mejor que la meta.
Y ese equipo que ha triunfado es muy posible que haya deslumbrado a otras empresas clientes o competidores que han seguido su trayectoria. Y esas organizaciones saben lo buenos que son. Si es el momento, pueden hacerles una propuesta atractiva a alguno de sus componentes y el riesgo de que se vayan a la nueva compañía no es despreciable.
Es cierto que posiblemente quepa una negociación y un aumento de sueldo detenga la operación. El dinero puede ser un factor determinante a corto plazo, aunque la semilla de que en otros sitios hay proyectos interesantes está sembrada.
¿Y si ese equipo participase en un proceso de coaching en el que se tomase clara consciencia de lo mucho bueno que se ha hecho, de lo que hubo que hacer para vencer las barreras que fueron surgiendo y de las buenas prácticas que se desarrollaron y se hiciese un ejercicio colectivo de definición de lo que se podría hacer aún mejor en el próximo proyecto?.
Estos talleres de reconocimiento de equipos son una forma de acrecentar el orgullo de pertenencia a un equipo y a una organización, de motivar a bajo coste y sin discriminaciones a sus miembros y de poner barreras a las tentaciones de abandono que en esos períodos de espera se producen.
El coste de reposición de profesionales brillantes es algo que las organizaciones deberían de tener muy claro en estos momentos. El coaching de equipos puede ayudar.