Si siempre ha sido apropiado y empieza a ser imprescindible. La razón: estamos dentro de un cambio disruptivo y el día a día nos impide ver con claridad hacia dónde ir. Grandes organizaciones y grandes líderes están a punto de descarrilar, no porque lo que hacen esté en sí mismo mal, sino porque el escenario ha cambiado y seguirá haciéndolo y lo que ahora se necesita no es lo que actualmente se hace.
Hace unos años tuve la oportunidad de conducir un quad. Lo primero que pensé fue: bueno, como una bicicleta. Y craso error que me pudo haber costado un accidente. Para girar hay que anticipar el movimiento ya que, si no lo haces, hay un gran riesgo de que el vehículo no responda a tiempo y te salgas de la trayectoria.
Algo así está va a ocurrir a muchos líderes y empresas. Creen que la crisis es cíclica y que todo volverá a su cauce. Sin embargo, la crisis actual es un mecanismo corrector como lo fueron las guerras en otros momentos. Allí hubo muchas muertes reales y ahora hay y continuará habiendo muchas “muertes” en el campo profesional y de los negocios.
La razón es la llamada Era de la Colaboración, segunda o tercera oleada del progreso de las tecnologías de la información y, en especial, de internet. Ahora el consumidor asume un protagonismo que antes no tenía: co-crea, en vez de elige. Y los negocios clásicos se ven desubicados y arrastrados por sistemas más eficaces.
La prensa, las agencias de viajes, la educación, la creación, el taxi, el hospedaje, el transporte, etc. se ven desbordados por nuevas soluciones apoyadas en modelos colaborativos, que, más antes que después, terminarán cediendo paso a soluciones colaborativas que se perfeccionarán y legalizarán. Dentro de poco, los drones y los coches sin conductor serán tan habituales como los smartphones.
La robótica sustituirá la mano de obra especializada y el big data revolucionará el mundo del conocimiento y la investigación. Surgirán nuevas necesidades, como el community manager, que no existía hace muy poco.
Ante ello, podemos quedarnos esperando a que el ciclo cambie y recuperar lo anterior o tratar de liderar el nuevo tiempo. Y ahí es donde la figura del coach ejecutivo pasará a ser imprescindible en su tarea de acompañamiento a las reflexiones y actuación de esos líderes de hoy que quieren serlo del mañana y que serán los que construyan ese nuevo futuro.
¿En qué bando te quieres posicionar?