Quejarse o reclamar

Muchas veces nos sentimos engañados o maltratados en nuestros derechos y es fácil que nos domine la ira y perdemos el control diciendo o haciendo algo de lo que quizás luego nos arrepintamos.

O bien nos lo guardamos y castigamos a nuestros compañaros o familiares con quejas y lamentos que ellos han de soportar, que quizás vayan en la línes de intentar dañar la opinión pública sobre la empresa o persona a la que culpamos de la situación.

Esta actitud suele ser poco productiva y no nos acerca a la solución y, aunque apromoción de Jazztel corto plazo supone un desahogo, no ataca la raiz del problema y nos genera una desazón que poco a poco se enquista y nos influye negativamente restándonos energías para hacer cosas más productivas.

Plantear una justa reclamación no siempre nos soluciona el daño causado, aunque, al menos, nos permite actuar y tomar las medidas que más convengan a nuestros intereses. Esas medidas puede ser asumir la situación y olvidarla, lo que, al menos, produce un cierre ordenado del conflicto, y nos permite ocuparnos de otras cosas más productivas.

Esta entrada viene provocada por una situación que me ha pasado con mi operador de ADSL Jazztel, con quien contraté un servicio hace tres meses por su oferta técnica y económica que incluía una atractiva bonificación durante seis meses.

Con el último recibo me viene una oferta exclusiva como cliente para incorporar una o varias líneas móviles. Las condiciones parecen razonables, en concreto para las necesidades de mi hijo, que son algo sofisticadas.

Se puso en contacto con ellos telefónicamente y le dicen que no hay problema, indicándole el proceso a realizar. Procedemos a contratarlo y cuando fue a realizar la operatoria indicada le dicen que no es posible. Voy a dejarlo en un posible malentendido, pero el caso es que en esas condiciones no nos interesa y procedo a la cancelación inmediata.

Para mi sorpresa al día siguiente me llega un sms indicándome que han cancelado la ampliación pero que he perdido la bonificación que tenía en el ADSL. La verdad es que me parece una política comercial inaceptable, me armé de paciencia para reclamar y estuve 50 minutos escalando por distintos grupos de la compañia hasta acabar en uno de «opereaciones especiales».

Debo decir que la situación no se ha solucionado acorde a mis intereses que eran continuar en mi situación inicial, aunque debo de decir que los profesionales que me atendieron al menos dieron algunos pasos para intentar solucionar la situación. Me dicen que por el mero hecho de haber contratado por cinco minutos el nuevo paquete de servicio eso implicaba la cancelación del anterior y, que como ahora no estaba vigente mi promoción no me lo podían restaurar, aunque me ofrecían alguna compensación alternativa, pero que no me intreresaba.

Tras esta gestión infrucutuosa, mi ira se ha aplacado y ahora puedo tomar medidas con serenidad, valorando meter abogados por el medio, cambiar de operador o acceder a una ampliación con otras condiciones. Y, sobre todo, pude aparcar el tema y dedicarme a disfrutar de mi trabajo sin interferencias.

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