Desde que comencé a trabajar en el sector sanidad en el año 91 me había creído lo que dice el apartado 2 del artículo 1 de la Ley General de Sanidad: “Son titulares del derecho a la protección de la salud y a la atención sanitaria todos los españoles y los ciudadanos extranjeros que tengan establecida su residencia en el territorio nacional.”
Hoy he conseguido un documento provisional que me concede cobertura equivalente a la Tarjeta Sanitaria Europea por un período de cuatro días, tras haber conseguido antes que me autorizasen a ir de fin de semana a ver a mi hija que está trabajando en Londres. Como la tarjeta va ligada a la Seguridad Social y no a la ciudadanía, la cobertura sanitaria en el extranjero sólo me cubre quince días al año. Si estuviese trabajando y mi empresa me enviase a Londres, la TSE me cubriría todo el año. No entiendo bien cómo debo de entender el derecho a la protección de mi salud en el primer caso .
Pero lo que me ha movido a escribir esta entrada es que, mientras la funcionaria me atendía, hablaba con una compañera planteándose la objección de conciencia ya que acababa de emitir una TSE a un jóven que se iba a estudiar a Alemania válida sólo por diez días porque a principios de mayo cumplía los 26 años y se le acababa el derecho a atención sanitaria en España o en el extranjero por no tener número de la Seguridad Social.
La ministra ha dicho que eso no ocurriría, pero, de momento, ocurre. Si realmente esa es la voluntad del gobierno, eso se soluciona a través de Boletín Oficial del Estado. Y me gustaría equivocarme pero el hecho de que en el Real Decreto-ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones la palabra asegurado aparece 28 veces, paciente 15 y ciudadano 18 es muy significativo. Por cierto, en la Ley General de Sanidad, el término asegurado no aparece.
Es posible que eso es lo que España necesita, pero parece un tema de fondo importante para pasar por ello por encima e, incluso, podría tener un fuerte impacto en los sistemas de información sanitaria, acercándonos a un modelo americano de cliente en vez de un ciudadano.
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Gracias por exponer tu caso pues la gente no se lo cree. Resto lo viene denunciando la Fundacion Bamberg desde hace cinco años y ni los políticos ni los sindicatos han hecho nada mas que mentir y mentir diciendo que tenemos una sanidad universal.
A mi me ocurrió lo contrario: tras trabajar unos años en Inglaterra, al volver a España no atendieron en un centro de primaria a mi hija, ya que comprobaron que no había cotización en mi tarjeta de la seguridad social en los últimos meses. Claro, acababa de llegar y todavía no no tenían los datos actualizados….
En fin, solo si se vive uno se lo cree, por que todos los responsables políticos nos cuentan otra cosa: que la cobertura es universal ya que se paga vía impuestos y no vía cotizaciones a la Seguridad Social.
hemos perdido la sanidad universal y gatuita.
Ademas nos dicen que la gran solucion es el plastico único cuando todas la tarjetas sanitarias de las ccaa estam integradas en el ministerio de sanidad.
Por carecer de objetividad, de aquí a Pekin, ida y vuelta. De sanidad no debería hablar, de los sanitarios,-de algunos relumbrones y de alta y encumbrada cabellera de “piel roja”, tampoco. De serruchos y galenos, a cien leguas lo menos…
De los traumatólogos, ni por el forro. De las aseguradoras de sanitarios , ni de lejos.
En definitiva estoy contaminada por todos los sitios para que objetivamente diga algo coherente.
.¡¡.. Huy se me quedó la pata atrás, voy a por ella…¡¡¡