No me da vergüenza: soy coach

Soy coach, estoy invirtiendo mucho esfuerzo, ganas, tiempo y dinero en formarme y actualizarme y si he dado el paso es porque he experimentado personalmente la potencialidad de esta disciplina y me ha enganchado porque creo que con ello puedocarnet ayudar a muchos profesionales y empresas en estos tiempos especialmente difíciles.

Y esta declaración viene tras la constatación de que hay una frívola imagen pública en algunos casos. Y concreto.

  • Tertulia radiofónica de programa líder en su franja horaria. Una de las periodistas en plan jocoso dice: “…coach,…..bueno terapeuta,…. bueno loquero” en un ambiente de risitas.
  • Programa de debate La Sexta Noche. El director de La Razón afirma que “no creo en el coaching, eso es un sacacuartos

Cuando eso ocurre, lo primero es que me entristece y me recuerda mis primeros años de actividad comercial. Cuando comuniqué que pasaba de un puesto de especialista técnico a uno de responsable de cuentas, un familiar directo me dijo “pero Eloy, ¡si tú no sabes contar chistes!”. Y además en mi tarjeta de visita ponía “account manager” en vez de “responsable de cuentas” o, simplemente “comercial”.  Daba cierta vergüenza dedicarse a una labor comercial.

Con el paso del tiempo me di cuenta de que, como dice el refrán “si el río suena, agua lleva”. En efecto, veníamos de una etapa en la que el conocimiento del cliente en el mundo de las TIC era muy bajo y había vendedores sin ética profesional que le “colocaban” cualquier cosa. Puedo decir que en aquella época de principio de los ochenta cierto porcentaje de sistemas vendidos nunca entraron en producción porque es algo que constaté ya que  participé en la venta  de proyectos sustitutivos de sistemas apagados.

Como en toda profesión hay quien lo hace bien y quien deshonra al colectivo. Yo, tras los complejos iniciales, llegué a estar orgulloso de lo que hacía ya que formaba parte importante de un servicio comercial que ayudaba a que mis clientes estuviesen satisfechos con el servicio general de mi empresa y disfrutaba viendo que sus inversiones rendían los frutos deseados.

Me enorgullece decir que la inmensa mayoría de mis clientes con una empresa, al cabo del tiempo repitieron conmigo en la nueva empresa, supongo que por muchas razones. El hecho de que me hayan llamado cuando tenían una nueva necesidad es algo que atribuyo a que recibieron un trato profesional.

CoachesCon el coaching parece que algo así está pasando. Lo primero es que bajo el epígrafe coaching hay muchas cosas que no lo son. De hecho, coaching es un nombre muy genérico que viene del acompañamiento de viajeros, lo que provoca muchos equívocos. Y esas otras cosas pueden ser también muy útiles, pero si no son coaching no deberían caer bajo ese paraguas lingüístico. Os recomiendo este enlace sobre mi punto de vista sobre lo que es coaching.

Segundo es que hay coaches con formación y experiencia acreditados por organizaciones profesionales y otros que se autoproclaman coaches sin más que su buena voluntad o un cursillo de fin de semana.

Hay organizaciones que trabajan para velar por la calidad, la ética y la formación continua de los coaches en las que se trabaja para dignificar la profesión. Os recomiendo un pase por AECOP-EMCC,  lCF o ASESCO para ver la labor que hacen. Recientemente me he incorporado a la Junta Directiva de AECOP-EMCC Madrid para ayudar aAecop_001 difundir estos valores y trato de aportar mi granito de arena entre otras formas a través del portal en el enlace anterior.

Y rechazo frivolizaciones como las que he citado al principio en medios de comunicación de gran cobertura que tiran por tierra la imagen de unos profesionales que trabajamos con la máxima profesionalidad y con honorarios bastante ajustados dado el gran trabajo que hay detrás de un proceso de coaching, más allá de lo que se ve en una sesión. Ni somos sacacuartos ni loqueros.

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Una respuesta en “No me da vergüenza: soy coach

  1. Charo Álvarez Vara dijo:

    Eloy, me ha gustado mucho el artículo. Breve pero bueno. Espero que os vaya muy bien. Me parece importante que alguien establezca la distinción entre coach y COACH, con mayúsculas. Conociendo tu trayectoria, estoy segura de que la seriedad y la profesionalidad están garantizadas.

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