Reformas en la sanidad española

En estos días ha sido noticia la futura reforma del sistema sanitario español para hacerlo sostenible. Y desde el punto de vista más tecnológico sale a la palestra una tarjeta única ligada a una historia clínica electrónica.

Cabecera del Estudio de la Fundación Bamberg sobre el futuro del SNSDesde el punto de vista del modelo no voy a entrar a opinar, máxime cuando hay estudios como el “Modelo de Futuro de Gestión de la Salud”, publicado hace ahora un año por la Fundación Bamberg y que ha sido realizados por docenas de expertos.

Desde el punto de vista operativo, el ciudadano español tiene o está en disposición de tener un identificativo único del SNS (CIP-SNS), más allá del número que aparece en su tarjeta actual. Por tanto, la identificación unívoca, que es lo más básico, está operativa.

No obstante, parece que el sistema actual (los procesos administrativos de cada servicio regional de salud) no está todo lo afinado posible y, en la práctica, hay problemas de facto a la hora de la atención en diferentes comunidades.

Si de lo que se está hablando es de la implantación de una tarjeta única, más allá del hecho simbólico que ello signifique, su implantación puede tener unos costes muy significativos, que difícilmente solucionarán nada salvo que solucionen los problemas procedimentales de fondo.

En el reciente Inforsalud 2012, el Director General de Red.es sugirió el uso del DNI-e. Este tema ya se consideró varias vecesfoto del dni electrónico en los últimos años y el hecho que el colectivo de ciudadanos con DNI-e y el de pacientes atendidos no coinciden ha sido una barrera para su implantación.

No obstante, el uso del DNI-e como acreditación alternativa sería mucho más fácil y económico, pudiendo el ciudadano acreditarse bien mediante su tarjeta sanitaria actual o con el DNI-e. Pero, insisto, los problemas de fondo no son tecnológicos. De facto, aunque la sanidad es universal, el acceso a la misma sigue ligado en algunos casos a la Seguridad Social, como he comprobado personalmente.

Pero vayamos más allá y veamos el tema de lo que hay detrás de la tarjeta: la historia de salud electrónica. Este país ha consensuado la Historia Clínica Digital del SNS, lo que es un avance muy significativo en esta línea, sin menoscabo de otros proyectos en marcha como epSOS que acometen el reto de la interoperabilidad europea.

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Desde hace seis años vengo predicando en el desierto sobre el tema de la necesidad de una Historia de Salud Personal y ello va más allá de interoperar los datos de distintos servicios de salud. Va de un modelo de apoderamiento del ciudadano que es quien consolida el conjunto de sus datos de salud provinientes de diferentes servicios de salud, sanidad privada y datos que aporta y controla el acceso a los mismos bajo su autorización. Y ello implica derechos y quizás nuevas obligaciones, posiblemente la necesidad de un ente independiente y creible que gestione estos servicios y, sobre todo, que esta historia ha de estar disponible para cada ciudadano, tenga acceso a la sanidad pública vía la Seguridad Social, Muface o utilice siempre la sanidad privada privada.

Y esto si que es un reforma en toda regla, que implicaría posiblemente un nuevo rol de Primaria o un servicio ad-hoc para hacer un primer registro electrónico, posiblemente asesorar sobre prosibles conflictos de datos incorporados en el historial y, sobre todo, definir unas normas a seguir por la sanidad privada, bien autónoma o concertada.

Se haga lo que se haga, va a hacer falta un fuerte esfuerzo e inversión, aunque sea con fórmulas de beneficio compartido, y quizá un plan realista que permita un beneficio al usuario rápido con un núcleo básico de servicios y abierto a mejoras sucesivas que se irían incorporando por las administaraciones o mediante colaboración abierta certificada con terceras partes.

La presentación que incorporo, está razonablemente actualizada, aunque sus fundamentos están planteados hace varios años.

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2 respuestas a Reformas en la sanidad española

  1. kandpalleiro dijo:

    Hola Eloy.
    Comparto tu juicio sobre que el problema es de fondo en lo que respecta a que un identificador único (que ya existe) o un plástico único no es la solución a los problemas de procedimientos de cada sistema de salud (y de cada hospital o área de salud) donde cada vez que alguien “no cuadra” hay que hacer florituras para poder brindar la atención sin que se atasque el sistema y luego depurar las estadísticas evitando duplicidades o ‘atenciones fantasma’.

    Aunque si veo muy conveniente e interesante el tema de la Historia personal no creo que las personas que más se puedan beneficiar de ella tengan un mínimo bagaje cultural y de habilidades para hacerse cargo de su manejo ni incialmente ni después. No veo a muchos pacientes nuestros gestionando permisos de acceso o cosas por el estilo; ni siquiera los veo gestionando una o varias claves de acceso para proporcionarselas a los proveedores que sea necesario que accedan a dicho historial.

    ¿Habrá que contemplar la posibilidad de nombrar “custodios” para quienes no quieran/puedan gestionar su Hª de salud personal? ¿será ese OTRO papel añadido al equipo profesional de AP? (y digo equipo porque creo que la enfermería bien podría hacerlo si dispone de permisos y tiempo).

    Gracias por tus entradas; me ilustran este complejo camino a un futuro brumoso.

  2. Eloy M. Rodríguez dijo:

    Muy de acuerdo con tu comentario, De hecho un sistema así debiera de ser con opción de entrada voluntaria, aunque todos los proveedores de salud debieran de ofrecer el servicio. Respecto a los usuarios, podría haber un estado por defecto de delegación en el nivel de primaria y otros ligados a posibles cuidadores, etc. También considera el caso de los hijos menores de edad (supongo que sus padres serían los titulares, o sólo hasta cierta edad…) y el cambio automático al tener la mayoría de edad.

    La propuesta que planteo es definir un modelo e ir construyéndolo en colaboración. Una o varias CCAA podrían liderar ciertos servicios, otras otros, universidades podrían aportar servicios avanzados (previa certificación), se podrían incorporar sistemas inteligentes o de reglas que propusieran actuaciones en base a los datos, etc, etc. Es decir, definir un modelo, unos estándares, una gobernanza y colaborar entre todos a darle valor en el menor tiempo posible.

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