Estamos en la semana del coaching de ICF, en donde participamos con un taller de coaching ejecutivo CORAOPS de la mano de ICE Coaching, pero no quiero dejar de compartir otras notas que tomé durante el reciente Congreso Internacional de Coaching de AECOP.
Y voy a referirme aquí a dos figuras internacionales que trataron de forma directa o indirecta el tema de las fortalezas.
Larry Lyons, autor del best seller “Coaching for Leadership” y creador de la inteligencia situacional nos expuso que contar historias es muy útil y lo demostró con un caso práctico que generó debate. Sus conclusiones fueron que todo lo que se hace en coaching es una interacción, que debes de saber quién eres (debes de conocerte), que no saber es poder (para hacer preguntas limpias) y que el coach ha de ser humilde y saber aceptar el éxito a través de otros.
También destacó que el valor del coaching para las empresas reside al final en una reducción del riesgo y que las compañías sacrifican cualquier objetivo para conseguir su meta.
Presentó las grandes líneas de la Inteligencia Situacional, un modelo psicológico y sistémico para ayudar al cliente a manejar su situación. Los cambios los hacen las personas, no las cosas y “situación” es una colección de personas motivadas que hacen avanzar las cosas.
La inteligencia situacional es el núcleo de un triángulo en el que sus vértices son la estrategia, las fortalezas y la situación.
Alex Linley disertó sobre el coach basado en fortalezas. Señaló que se pueden identificar escuchando al coachee. Una fortaleza se identifica porque tiene buenos recuerdos de su infancia, domina en sus listas de cosas por hacer, lo ejecuta relajadamente, aprende rápido, está motivado sobre eso y pone toda su atención, su voz es enérgica, transmite autenticidad y aparecen palabras como “me encanta” o “perfecto”.
Las personas que usan sus fortalezas son más felices, tienen más confianza, más autoestima, más energía y vitalidad, menos estrés, son más resistentes y alcanzan sus metas.
Nos presentó su modelo 4M de desarrollo de fortalezas. Según este modelo hay cuatro categorías:
- Las fortalezas realizadas o naturales: Son las que ya tienes, y debes de huir de usarlas sin control. La idea es usarlas en la cantidad adecuada, en la forma adecuada y en el momento oportuno. ¿Qué puedo hacer menos y mejor?
- Las fortalezas aprendidas: debes de tratar de depender menos de ellas porque te quitan energía, por lo que has de usarlas con moderación en conjunción con las naturales. ¿Cómo puedo moderar mi uso?
- Las debilidades: es importante para ti y para la organización si puedes minimizar su impacto haciéndolas irrelevantes, bien cambiando de rol o encontrando un apoyo en alguien que tenga esa fortaleza. ¿Cómo puedo dejar de hacerlo?
- La fortalezas no realizadas: has de ver si puedes aportarlas alineándolas a la obtención de resultados. Inspírate en personas brillantes (ten tus héroes). ¿Qué debería de hacer más?
Finalmente nos habló de una herramienta online para la evaluación de fortalezas llamada Realise2, muy usada ya en varios países que se llama facilita la identificación de fortalezas, tanto a nivel individual como de grupo.
Más informacion en el blog de melioora.
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